sábado, 24 de mayo de 2014






¿Y PORQUÉ EN VIERNES TOCA?

Ya se los he dicho muchas veces y sin el afán de tener letras tartamudas se los cuento por última vez:
Pues resulta que el miércoles es dedicado a Mercúrio dios del comercio, por eso es día de mercado, el jueves a Júpiter papá de los dioses y el viernes a Venus diosa del amorcito, pues resulta que fué por allá en el siglo XIX algún poeta maldito, y ahí no recuerdo si fué Mallarmé, Verlain o su machacapiñas Rimbaud, a quién se le ocurrió llamar a los orgasmos femeninos "Lumieres du Venus" osease "Luces de Venus"

Es entonces que las "Luces de Venus" cruzaron el charco y en las américas se tropicalizaron y comenzaron a llamarse "Luces de Viernes".

----"Ay comadre, hoy viene mi Rigoberto Pantaleón para darme unas lucecitas de viernes"
---- Dichosa usted comadrita mi Edelmiro Waldemaro, tiene el mal del moco del guajolote (Como se le conocía la impotencia en el siglo 19)--- dice compunjida alguna tatarabuela---- y los arrumacos con mi Edelmiro son como querer jugar billar con una cuerda.

Pues las mentadas "Luces de Viernes" Permearon en el colectivo y luego quedó la costumbre de decir que es viernes y toca... Y tiene cierto sentido, con la llegada de la Semana Inglesa de cinco días laborables, el viernes la vida se afloja de sus correas y tiende a ser menos opresiva y más juguetona, lo que si es que hay que aceptar que era infinitamente más poético decir con una voz trémula arropada de emoción a la mujer amada, en medio de una docena de candelas que aluzaban y acariciaban a la vez con un fulgor cálido unos cuerpos sudorosos y ahitos:

---- Amada mIa. ¿Dime amor mio, cariño de mi alma, si es que la diosa Venus ya tuvo a bien bendecirte e iluminarte?--- Le dice suspirando el jovenzuelo de bigote alacranado a la bella dama...
---- Si amor de mi vida, la diosa Venus me visitó dos veces--- Y luego aquella tatarabuela nuestra de jovenzuela, deja escapar un retacito de alma amarrado a un suspiro hondo de agradecimiento a al diosa.

En cambio ahora con la "modernidá" decirle a la chamaca, en un cuarto de un cinco letras de paso, por allá en la salida a Cuernavaca iluminado con focos ahorradores y una cumbia de los Angeles Azules como fondo:

---- ¿Tons que? ¿Ya te chorriastes Brintey Wendolin?
--- Is barniz mi Brandon Alexander, chales, nadien hubiera imaginado que eras tan bueno para la maroma tehuana

Así pues queridos lectores, no queda más que desearos que la diosa Venus tenga a bien bendeciros e iluminaros y si el hambre brava de amor es irresistible que tengan aunque sea un mal beso que llevarse a la boca.

Bonito viernes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario