VENDEDORES DE ILUSIÓN.
La ilusión se convirtió en una mercadería demasiado barata, habiéndose jubilado el honor en estas tierras
y de este lado del hemisferio, la palabra dada y empeñada ya no tiene valor per
se y un mentiroso y falto de honor no se
convierte en paria social, muy por el contrario, aquellos que saben emplear
bien las palabras bien que sea forrándolas de entusiasmo y conteniendo, medias verdades o burdas mentiras, son la
clase que domina y parte y comparte… Son meros mercachifles de la ilusión, en
un mundo completamente desilusionado… Se presentan a sí mismos como dueños de los
secretos de la magia, dueños de la fábrica de sueños, que pontifican,
resuelven, aconsejan… Si tienen algo de carisma en ristre, listos para seducir con una sonrisa de vendedor de aspiradoras y ni un poco de
identificación con el prójimo, del que no le importan ni poco ni mucho sus
tribulaciones, está listo y preparado
para emprender su propio negocio de vendedor de ilusiones… La causa primera y primaria de todos los
desilusionados.
Se presentan a sí mismos como seres de alma holgada en un
mundo de ánimas sanforizadas listas para usarse y desecharse… Pues si total hay
demasiados hambrientos de ilusión, un hambre brava que produce ceguera, aprovechada por una pléyade de tuertos
audaces.
El mercado de trabajo para un buen vendedor de ilusiones es
amplísimo, puede ser en la industria,
en el gobierno, en la iglesia, en el
crimen y hasta cuenta la leyenda que también hay vendedores de ilusiones que actúan
de buena fe…
JAVI… El fundador de
Alternative Thinking Mejico malo para
los estudios, se las ingenió primeramente despojándose de los prejuicios,
sacando los escrúpulos de las alforjas, aunque es menester decirlo, que esta
operación indolora de extirpación de prejuicios y escrúpulos de su alma, vino
aparejada con na férrea terapia de convencimiento de tal suerte que llegó un
momento en que las verdades, las verdades cojas y las burdas mentiras (Como la
novela fantástica de su currícula) fueron
casi una completa realidad para este españolete cabrón que vino a conquistar
una tierra que se desconquistó hace casi doscientos años.
MANUAL DEL VENDEDOR DE
ILUSIONES.
Querido amigo has
entrado a la cofradía más próspera del mundo, el hecho que leas este libro es
que has dado un paso importante en la consecución de tus afanes y en lograr
antes que tarde aquello que urge… Los
vendedores de ilusiones somos hombres cazadores que vamos tras la presa y nos hacemos de ella después de una larga persecución,
perseveramos y con perseverancia siempre vencemos… En este momento has de desterrar la duda de
tu vida, un vendedor de ilusiones jamás
de los jamases duda ni un solo instante,
aún frente a la presión más ingente,
aún con un cadáver en el piso, con el aliento entrecortado y con un
cuchillo sangrante en la diestra, el
buen vendedor de ilusiones se mantiene firme en..
“Yo estaba muy tranquilo pelando naranjas y este loco me
agarró la mano y quiso a fuerza destriparse con mi cuchillo, yo hice hasta lo
imposible para evitar que consumara su terrible empeño pero no tuve éxito y después de un forcejeo
consiguió suicidarse con mi propio
cuchillo”
Si ya eres psicópata funcional, la venta de ilusiones es tu
vocación más clara, pero si no lo eres y
todavía eres de esa gente débil que tiene empatía para con los otros, tienes que buscarte inmediatamente a algún
psicópata en tu área de trabajo para aprender de él/ella las herramientas
indispensables para ejercer esta noble labor…
¿En que nos diferenciamos los vendedores de ilusiones de los
vendedores de cosas tangibles?
Que la ilusión es la mercadería más deseada, dicen algunos doctos que inclusive es más
deseada que el mismísimo dinero, LA
mercancía de mercancías… Todos queremos
aunque sea un retacito de ilusión… Por eso la gente que compra billetes de
lotería vive más que esas hormigas laboriosas que se parten el lomo de nueve a
seis… La patria de todos los seres humanos son sus propias ilusiones… Y es nuestra labor vendérselas cara.
De las desilusiones no hay de que preocuparse, queridos colegas, la desilusión es cosa
obligada cuando se venden grandes ilusiones, pero siempre queda el recurso de
alzar las cotas y vender ilusiones más altas o de plano, buscar en el mercado
más y más hambrientos de ilusión…
Siempre hay más de donde de donde quiera que vengan, así como en
procesión.
MAESTROS EN EL ARTE DE VENDER ILUSIONES…
Ahhh los ejemplos son infinitos, solo hay que ver a cualquier
político en campaña o a cualesquier enamorado que haciendo los escrúpulos a un
lado prometa y prometa y vuelva a prometer con tal acceder a los favores de su
damisela, con la consciencia plena de
que no le va a cumplir ni madres…
Marcial Maciel era un extraordinario vendedor de ilusiones,
la gente de esencia buena le entregó su
dinero, a sus hijos y en algunos casos hasta su propia obediencia, al colocarse
él como intermediario entre Dios padre y los hombres, como una suerte de
intermediario celestial… Y la gente compró la ilusión de su salvación.
CONTINUARÁ...