jueves, 19 de febrero de 2015





VENDEDORES DE ILUSIÓN.

La ilusión se convirtió en una mercadería demasiado barata,  habiéndose jubilado el honor en estas tierras y de este lado del hemisferio, la palabra dada y empeñada ya no tiene valor per se  y un mentiroso y falto de honor no se convierte en paria social, muy por el contrario, aquellos que saben emplear bien las palabras bien que sea forrándolas de entusiasmo y conteniendo,  medias verdades o burdas mentiras, son la clase que domina y parte y comparte… Son meros mercachifles de la ilusión, en un mundo  completamente desilusionado…  Se presentan a sí mismos como dueños de los secretos de la magia, dueños de la fábrica de sueños, que pontifican, resuelven, aconsejan… Si tienen algo de carisma en ristre,  listos para seducir con una sonrisa de  vendedor de aspiradoras y ni un poco de identificación con el prójimo, del que no le importan ni poco ni mucho sus tribulaciones,  está listo y preparado para emprender su propio negocio de vendedor de ilusiones…  La causa primera y primaria de todos los desilusionados.
Se presentan a sí mismos como seres de alma holgada en un mundo de ánimas sanforizadas listas para usarse y desecharse… Pues si total hay demasiados hambrientos de ilusión, un hambre brava que produce ceguera,  aprovechada por una pléyade de tuertos audaces.
El mercado de trabajo para un buen vendedor de ilusiones es amplísimo,   puede ser en la industria, en el gobierno, en la iglesia,  en el crimen y hasta cuenta la leyenda que también hay vendedores de ilusiones que actúan de buena fe… 
JAVI…  El fundador de Alternative Thinking Mejico  malo para los estudios, se las ingenió primeramente despojándose de los prejuicios, sacando los escrúpulos de las alforjas, aunque es menester decirlo, que esta operación indolora de extirpación de prejuicios y escrúpulos de su alma, vino aparejada con na férrea terapia de convencimiento de tal suerte que llegó un momento en que las verdades, las verdades cojas y las burdas mentiras (Como la novela fantástica de su currícula)  fueron casi una completa realidad para este españolete cabrón que vino a conquistar una tierra que se desconquistó hace casi doscientos años.




                     MANUAL DEL VENDEDOR DE ILUSIONES.
Querido amigo  has entrado a la cofradía más próspera del mundo, el hecho que leas este libro es que has dado un paso importante en la consecución de tus afanes y en lograr antes que tarde aquello que urge…   Los vendedores de ilusiones somos hombres cazadores que vamos tras la presa  y nos hacemos de ella después de una larga persecución, perseveramos y con perseverancia siempre vencemos…  En este momento has de desterrar la duda de tu vida,  un vendedor de ilusiones jamás de los jamases duda ni un solo instante,  aún frente a la presión más ingente,  aún con un cadáver en el piso, con el aliento entrecortado y con un cuchillo sangrante en la diestra, el  buen vendedor de ilusiones se mantiene firme en..
“Yo estaba muy tranquilo pelando naranjas y este loco me agarró la mano y quiso a fuerza destriparse con mi cuchillo, yo hice hasta lo imposible para evitar que consumara su terrible empeño  pero no tuve éxito y después de un forcejeo consiguió  suicidarse con mi propio cuchillo”  
Si ya eres psicópata funcional, la venta de ilusiones es tu vocación más clara,  pero si no lo eres y todavía eres de esa gente débil que tiene empatía para con los otros,  tienes que buscarte inmediatamente a algún psicópata en tu área de trabajo para aprender de él/ella las herramientas indispensables para ejercer esta noble labor… 
¿En que nos diferenciamos los vendedores de ilusiones de los vendedores de cosas tangibles? 
Que la ilusión es la mercadería más deseada,  dicen algunos doctos que inclusive es más deseada que el mismísimo dinero,  LA mercancía de mercancías…  Todos queremos aunque sea un retacito de ilusión… Por eso la gente que compra billetes de lotería vive más que esas hormigas laboriosas que se parten el lomo de nueve a seis… La patria de todos los seres humanos son sus propias ilusiones…  Y es nuestra labor vendérselas cara.
De las desilusiones no hay de que preocuparse,  queridos colegas, la desilusión es cosa obligada cuando se venden grandes ilusiones, pero siempre queda el recurso de alzar las cotas y vender ilusiones más altas o de plano, buscar en el mercado más y más hambrientos de ilusión…  Siempre hay más de donde de donde quiera que vengan, así como en procesión.



MAESTROS EN EL ARTE DE VENDER ILUSIONES…
Ahhh los ejemplos son infinitos, solo hay que ver a cualquier político en campaña o a cualesquier enamorado que haciendo los escrúpulos a un lado prometa y prometa y vuelva a prometer con tal acceder a los favores de su damisela,  con la consciencia plena de que no le va a cumplir ni madres…
Marcial Maciel era un extraordinario vendedor de ilusiones, la  gente de esencia buena le entregó su dinero, a sus hijos y en algunos casos hasta su propia obediencia, al colocarse él como intermediario entre Dios padre y los hombres, como una suerte de intermediario celestial… Y la gente compró la ilusión de su salvación. 




CONTINUARÁ...

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