Pensamientos petrificados en palabras para preservarse del olvido... Nada más.
martes, 17 de febrero de 2015
¡¡¡Morfeo, Morfeo!!! ¡¿Porqué me has abandonado?!
Insomnio del bueno, es desvelarme sobre tu cuerpo, ahí los pensamientos rabiosos se amansan, se vuelven juguetones y se dejan acariciar, los sentidos se potencian y la deliciosa sal de tu piel a través del gusto comienza a circular en mis arterias, haciéndome comulgar con la tierra e iniciarme en los secretos volcanicos del suelo y sus ocultas riquezas minerales... Las moléculas de ese perfume tan sutil y tan tuyo, tan mío, que cubre toda la geografía de tu piel y que se diferencía de la comarca de tu pubis al reino de tu cabellera ensortijada que no sabe de tintes ni perifollos, ni conoce el tormento del potro del alaciado, pero que conservan la misma realidad subyacente el humor de mujer en flor, que me recuerdan a Itaca, esa patria que todo hombre llama hogar y donde siempre se aspira regresar... Hoy tengo cama brava, los pensamientos están furiosos y ya rompieron sus correas, estiro mi brazo como un acto reflejo sin que te encuentre, las camas solitarias son camas tristes, aún para los que asumen su soledad por vocación, los seres humanos estamos fabricados para dormir al alimón con nuestro querer... Ya van diez mil borregos que saltan y nada que llega el dulce adormecimiento, los he de hacer barbacoa.
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