viernes, 13 de marzo de 2015



CORRESPONDENCIA A MI AMANTE…   Relato erótico de viernes.
La poesía es prosa erotizada
Hay mujeres que son prosa
Pero tu amante mía eres poesía.     

                                                                                              Barcelona España,  2 de octubre del 2003

Amante mía.
                      Recuerdo como hace media vida, para ser exactos a mis diecisiete,  para hacer ese tipo de cartas y petrificar esta estirpe de sentimientos  tan profundos en forma de palabras,   era menester aquietar la respiración  y sosegar el alma,  para enfrentarse con entereza a la hoja de papel fino armado únicamente de sinceridad y una buena pluma fuente, que eran en sí mismos mensajes y mensajeros, porqué  en la palabra manuscrita aunque no se quiera se van dejando retazos de alma y es un retrato fiel de lo que somos, lo que no somos y lo que querríamos ser…  El esmero en esas cartas denotaban un profundo interés y eran en sí mismos artilugios mágicos para atesorar en algún cajón y echar mano de ellas cuando las penas o las alegrías se embravecen y que el alma de escribiente y  leyente pudieran volver a comulgar aun mediando tiempo y distancias…

Pero, ya vez  Amante mía, que la tecnología que siempre va dos pasos delante de los sueños más descabellados nos dio este medio para comunicarnos de manera instantánea, justo después de  que mis dedos bailotean alegres sobre el teclado y unas patas de mosca van apareciendo en esta pantalla y cruzan el  Atlántico en menos de un segundo acortando el hilo de oro con el que engarzamos nuestros corazones aquella vez que  desnudamos por primera vez los cuerpos pero sobre todo nuestras almas… Y así desnudos los cuerpos y desnudas las almas nos quedamos viendo un tiempo sin tiempo con profundo interés para que no hubiera ni un solo recoveco en donde anidaran los reproches, antes de dar  al alimón un paso al frente definitivo y definitorio…

Así como decía el gran Chejov,  somos dos aves de paso destinadas a vivir en jaulas distintas, es inútil pelear contra nuestras circunstancias y respeto nuestro pacto a cabalidad:  Nunca hacernos promesas que aten,  sin celos, sin pucheros y sin chantajes…  Amor libre para ejercerlo en absoluta libertad, para ir pegados por ahí como un par de libélulas concupiscentes cuando los astros se alinean y podemos conjugar uno de los verbos más antiguos de la humanidad con una intensidad pasmosa…   Y hoy quiero que esta mi alma y esa tu alma comulguen,  yo en este instante en las Europas y tú en las Américas, y como bien que sueles decirme con persistencia machacona que las palabras son cosas,  vamos a ver si es que estas mis palabras pueden generar sentimientos, y tocarte a la distancia amante de mi alma…

Respira… respira hondo así como hemos aprendido en este nuestro mutuo aprendizaje…  Deja que que la puta de la casa, esa imaginación desbocada,  hable y hable, pero ve como poco a poco se va callando hasta que llega el propio silencio y con ello se descubre tu esencia primigenia…  Ahora concéntrate en estas mis palabras que son tus palabras amante mía…
Poco a poco voy recorriendo tu cuerpo,  soy una suave enredadera que da una vuelta a tu tobillo derecho y va subiendo con decisión por esa firme pantorrilla de esplendorosos veintiséis años,  que según mis mediciones más exactas mide veintitrés labios y medio de tu talón hasta la corva…

Mientras la suave enredadera hace su trabajo lentamente,  deja que mi imaginación más desbordada te vaya desnudando como aquella primera vez que vi ese espectáculo más maravilloso que mortal alguno puede contemplar, una experiencia  más intensa que el avistamiento de Las Luces del norte verdeando y ondulando el cielo ártico, y es que un hombre vea por primera  vez desnuda a la mujer que ama…  Esos pechos firmes y altivos, justo del tamaño de mis manos y de mis deseos,  de pezones alertas y aureola fina,   cincelados por dos ángeles para ser besados, mordisqueados con una dulzura infinita, mientras una deliciosa corriente eléctrica recorre de norte a sur tu hermosa y bien formada humanidad…   Esa comarca al sur de tu ombligo, ese imponderable y bien podado triángulo donde mi tartamuda lengua traviesa…

¿Saben que?  Se me hace que les voy a meter malos pensamientos y luego voy a tener problemas con sus maridos, novios o detalles,  mejor voy a cenar unos taquitos de suadero y mañana les sigo contanto… Que ya va a empezar la novela  ;)  jejej  :P 


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