lunes, 6 de octubre de 2014








DE TINDER, DOMINGOS Y SOPITA MARUCHAN...
 
Generalmente los domingos por la tarde, es el momento de la semana que a los solteros y solitarios sin vocación se les aparecen los fantasmas en el espejo... Porque es el domingo el fiel espejo de nuestra existencia y es así que muchos buscan anque sea un retacito de compañía con algunos amigos o bien con el placebo de la televisión pero hay veces que estos artiluguios y el tafil dominguero no alcanzan a aplacar los murmullos de los fantasmas tristes y remolones que llegan a acosarlos con "hubieras y habrías de..."
La neta verídica no estoy en ese equipo, soy de esos raros seres humanos que estoy muy contento si estoy bien acompañado e igual de contento si estoy solito como canica en bacinica, pero hoy hablemos de una aplicación novedosa llamada Tinder, en la que muchos solitarios domingueros estarán aplicándose a plenitud...

De entrada suena interesante esta aplicación de ligar por Tinder, tener una fuente inagotable de prospectos, una caritas sonrientes y atractivas en la palma de la mano y como un poderoso empresario teatral las puedes desechar o darles "like" dandote esa falsa sensación de "poder"... Yo estuve metido ahí por exactamente dos semanas y ya dí de baja mi perfil ayer y la razón primera es que hay un virus en Tinder que de arraigar en el alma se conoce en los círculos científicos como "Sindrome Maruchán" si al igual que la sabrosa sopita que quita el hambre pero no nutre,  de tal suerte se le hace vicio a los Tindernautas andar saliendo con varios o varias según el género y preferencia.... La característica de la sopita Maruchán es que es RAPIDA, PRACTICA Y DESECHABLE y en ese sentido EL o LA Tindernauta que sale con muchísima gente empieza a acusar ese síndrome: El de ver a las personas como desechables: Recorte la línea punteada, saboreese y tírese.. Total hay muchas otras de donde vino esta.

Cuando no cuesta el menor trabajo conseguir algo o enamorar a alguien y se hacen de las nubes terciopelo de buenas a primeras con una persona que ni siquiera conoces, esa relación no permea la primer capa de la piel, y no es que sea uno persinado y rezandero, una aventurilla ocasional si eres soltero o soltera hasta bien te hace si la sabes manejar y es un pecadillo sabroso que recordar...

Pero cuando las aventurillas se hacen hábito, es de mero sentido común que algo no está bien, ya que salir con una mujer que tiene 15, 20, 30 cabrones formados en Tinder, pues la mera verdad no es algo que anime y mueva a matar dragones a cachetadas para conquistar y perseverar en un amor largo esos que inspiraron a los que escribieron los cuentos de hadas... Y un "Principe" que tiene treinta formaditas y que la damita perciba que ella es un número más situado entre el uno y el cincuenta, creo que tampoco inspira a nadie a perseverar... Y mientras en cada encuentro sin sustancia, con cada acostón sin sentimiento alguno ni siquiera un poquito de amistad para salvar a los orgasmos del olvido que practicamente nacen muertos en la memoria al no haber ninguna emoción al echarlos al mundo, el Diablo va poseyendo tu alma en abonitos cortos jejej Bonito domingo.

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