lunes, 2 de junio de 2014





DE LA FELICIDAD Y OTRAS COSAS...

Pues aquí en un domingo manso, ejerciendo la felicidad, que es como el silencio... Desaparece cuando la nombras o piensas en ella.... La felicidad no esta en el placer ni en risas estridentes, tampoco es estar con la cartera retacada de billetes con dos güeras diabólicamente hermosas, de firme tetamenta de artificio, terminal bancaria en el culito, y cuerpos imantados para jalar miradas fascinerosas masculinas y envidias femeninas (Fuchi kk quién comiera) La felicidad es un estado del sosiego del ánima, cuando se quita uno la máscara del personaje que representamos, así como El Santo se quitaba la suya al llegar a casa a ejercer el rol de amoroso padre... El estado de felicidad es andar por la vida sin andar cargando, "hubieras", "deberías" y "habrías de"... Así tal cual como la ejercen los locos felices, los nenes que todavía conservan la felicidad de leche y el retacito minúsculo de humanidad que aún en la edad adulta, inclusive en la vejez. conserva esta felicidad que recibimos del calostro de nuestra madre...

Ahhhh pero nos alzamos a mayores y nuestra felicidad empieza a necesitar muletas para andar, la sociedad nos empieza a inocular el virus del deseo que nos da un hambre brava que jamás vamos a poder saciar, la publiciad inmisericorde empieza a diluir nuestra felicidad de leche y ya desde nenes tenemos que tener tal juguete, anunciado en la telera, para ser felices... Llega la pubertad y en ese deseo primigenio de buscar la otredad para complatarse, cuando nos salen los instintos del juicio, con "El Vénereo" a la cabeza de todos, esa felicidad termina por diluirse y ya no la ejercemos de tiempo completo, sino a ratos y siempre y cuando y se den las condiciones apropiadas para que esa escurridiza felicidad se apersone...

Sería feliz si pesara15 kilos menos, si tuviera un Porsche 911, una vieja más sabrosa, un millón de dólares más en el banco, el trabajo que quiero, que se vaya este cabrón de mi vida, que mis hijos sean independientes... Ahhh la felicidad se convierte en una prórroga perpetua, cuando solo hay que conocer el oficio de vivir para ejercerla.... ¿Es fácil? Nop como cualquier oficio requiere práctica pero este en particular vale la pena aprenderlo.

¿Hay alguna receta infalible para ser feliz? Pues no creo que la haya pero bien que podemos comenzar por aceptar nuestra realidad, a la gente que nos rodea y a la realidad del mundo, porque pelearse con la realidad es como emperrarse en apresar un pedo con la mano.

Desde Cuernavaca, así esten solos, acompañados, con pedos, sin pedos, y un largo etcétera... Un feliz domingo

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