SEDUCIR O NO SEDUCIR... HE AHÍ EL DILEMA... 

Me cuentan algunas almas anónimas, que no tienen siquiera un mal beso que llevarse a la boca,  una de ellas, boca femenina de las que salen de continuo palabras amables e inteligentes, me cuenta que su piel tiene casi dos años que no se va a de fiesta con las caricias...  Yo la escaneo de arriba a abajo y no le encuentro ningún defecto de natura que le impida ejercer el venereo para su salud mental, espiritual y física de sus treinta y tantas primaveras...  Al contrario su cuerpo esta trazado con elegantes líneas onduladas y su cara sin ser angélical, es bastante agradable... 

Yo se que no se trata de revolcarse como Godzilla con cualquier monustro que se encuentre en el camino, pero no deja de sorprenderme la horfandad de besos de gente tan linda...  Al final accede a alistarse al ejercito de la esperanza, conocido genéricamente con el nombre de TINDER y empieza a engarzar uno tras otro un rosario de sapos verdes, con ninguna posibilidad de convertirse en príncipes, desde el pagado de sí mismo,  uno de esos fatuos cretinos que solo sabe usar la lengua para hablar de sí mismo y que seguramente no la sabrá usar para algo más constructivo y que se quiere cobrar la cena en ese momento al contado, hasta aquel hombrecillo gris de cerviz sumisa y columna vertebral agachonta de mirada escurridiza y ropilla vieja, que a leguas se ve que sus aficiones sexuales van más en el sentido de los "Selfies" en la soledad de sus soledades.

Ciertamente que si de tener sexo se tratara, la cosa sería la mar de sencilla, la mujer es guapa, así que habría una fila de tipos que así uno detrás del otro, cruzarían el estrecho de Panamá de ida y vuelta...  Pero los enucuentros sin amor son un arte reservado para los profesionales, a los que no les importa ni mucho ni poco el silencio total después de un encuentro erótico exitante, solo a aquellos que tienen la viscera del corazón bien curtida pueden darse el lujo de ejercer el venereo, sin que medie siquiera un retacito de amistad, pero los que acusan una necesidad brava del querer y ser queridos,  arremeter contra un cuerpo desnudo sin amor mediante es llamar directamente al fracaso y que su alma se empiece a drenar por goteo...

La dama me preguntó las técnicas para seducir al hombre de sus sueños, yo las sé,  porque yo mismo he sido seducido con tan buena práctica que hasta me quedé con la vana ilusión que el seductor había sido yo...  Pero esas artes de seducción,  las contaré más adelante, si es que ando de humor... Pero sépanse que son totalmente infalibles para el y la que las dominan.