La
vidorria me ha enseñado que la felicidad tiene muchas facetas, algunas
rarísimas para otros... Yo si fuera él no trabajaría tanto (O
trabajaría más) , Yo si fuera ella me casaría con ese galán (O mandaría a
ese cabrón a la "!#$%&$), Yo si fuera ese güey me compraría un
Mercedes y me iría a Bali con una sabrosa... Así en ese entendido Yo si
fuera él o ella, escucharía esas palabrería que me entraría por una
oreja y me saldría por la otra mientras esbozo una sonrisa bonachona,
así como le hago YO.
No hay nada que más deteste que a la gente, que se siente con la autoridad moral para dar consejos no solicitados a otro adulto, cada quién sabe sus cuitas, como solo cada olla sabe de los hervores de sus caldos, por eso jamás de los jamaces opino de vidas ajenas.
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